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Los beneficios del agua de mar ingerida por vía oral, como humidificador nasal o pulverizada sobre la piel o en la superficie ocular ha sido avalados por múltiples experiencias clínicas e investigaciones científicas.
El agua de Mar presente en las especialidades Quinton Medical contribuye a la salud orgánica mediante un aporte fundamental de sales minerales y elementos orgánicos en estado biodisponible, desempeñando un papel clave para devolver a las células a sus condiciones óptimas de funcionamiento.
En la actualidad, gracias a recientes investigaciones que han sido impulsadas por nuestro laboratorio en colaboración con diversas instituciones universitarias como la Universidad de Alicante, la Universidad de Granada, la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad UCAM de Murcia o la Universidad Lomonosov de Moscú, recomiendan el uso y/o consumo del Agua de Mar microfiltrada en frío para el tratamiento de diferentes afecciones dermatológicas, respiratorias, oculares o para mejorar el estado de salud y el bienestar.
Otros estudios en nutrigenética, como los de Peter Agre y Rodrick MacKinnon (Premios Nobel de Química 2003) y Bruce Lipton (Doctor en Medicina), demuestran que las funciones celulares están definidas también por su interacción con el medio interno, y no solo por su código genético, quedando así clara la importancia de que ese entorno mantenga las condiciones idóneas.
Es una solución completamente natural, sin contraindicaciones ni efectos secundarios.
Debido a su contenido en minerales mayoritarios, minoritarios y elementos traza (en una muestra se pueden encontrar hasta 78 elementos químicos), contribuye a mantener el equilibrio hidroelectrolítico de nuestro organismo.
Aporta los elementos necesarios para el óptimo funcionamiento del proceso de división celular de forma controlada y saludable.
Por su alto contenido en magnesio en su estado hipertónico, favorece la síntesis proteica, la regulación de la función muscular y un metabolismo energético normal, reduciendo el cansancio y la fatiga.
En su estado isotónico, favorece la producción de ácido clorhídrico en el estómago, ayudando a mejorar la función digestiva.
Reestablece la homeostasis del medio interno, produciendo un efecto modulador de los biomarcadores del sistema inmunitario.